Eros y Thanatos

En la teoría psicoanalítica, Eros y Thanatos representan dos fuerzas primordiales del ser humano: el impulso de vida y el impulso de muerte. Estos conceptos, introducidos por Freud, han sido fundamentales para el análisis de la conducta humana y, por extensión, de la estructura narrativa. En el cine, funcionan como motores simbólicos y emocionales que organizan los conflictos, tensiones y deseos de los personajes.

Eros, asociado al amor, el deseo, la creación y la conexión, suele manifestarse en el cine como la búsqueda de afecto, la construcción de vínculos, el anhelo de sentido o la aspiración a una vida plena. Está presente en historias románticas, en relatos de redención, en viajes de transformación personal o incluso en la lucha por la justicia. Es el impulso que empuja a los personajes a preservar la vida, a construir algo más allá de sí mismos.

Thanatos, en cambio, aparece como pulsión destructiva: violencia, autodestrucción, rupturas, negación. Se encuentra en los relatos de tragedia, en personajes que se consumen por el odio, la culpa o el deseo de desaparecer. No se limita a la muerte física; también puede implicar la anulación simbólica del otro o de uno mismo, la renuncia al deseo, la repetición de lo traumático.

La riqueza del cine surge precisamente del diálogo entre estos dos impulsos. En las mejores narrativas, Eros y Thanatos no se oponen de forma simple, sino que se entrelazan, se tensionan, se contaminan. Un personaje puede amar hasta el punto de destruir, o buscar la muerte como forma de liberación. El cine explora ese espacio intermedio, ambiguo, donde los motivos más profundos del alma humana se hacen visibles.

Este conflicto vital entre crear y destruir da forma a los arcos dramáticos más potentes. Por eso, incluso en géneros distintos —como el drama, el thriller, la ciencia ficción o el cine de autor—, estos dos principios permanecen como estructuras esenciales. El cine, al representar la lucha interna de los personajes entre aferrarse a la vida o entregarse a su fin, no solo entretiene: revela algo profundo sobre la condición humana.